ÁLVARO MARCHESI
EL PAÍS - 19/11/2007
Es necesario pasar del aula de ordenadores a los ordenadores en todas las aulas
Las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) ocupan un papel central en el desarrollo de las modernas economías y de las sociedades, lo que tiene profundas implicaciones en la educación. Sin embargo, la incorporación de las TIC en el entorno escolar no es un proceso sencillo ni lineal. No basta con enviar ordenadores a los centros docentes, sino que es necesario tener muy en cuenta el contexto social y familiar de los alumnos, las condiciones de las escuelas, los modelos de enseñanza, aprendizaje y evaluación existentes, los programas y materiales informáticos disponibles y las competencias de los profesores.
Es necesario pasar del aula de ordenadores a los ordenadores en todas las aulas
La importancia estratégica de la incorporación de las TIC en Iberoamérica se enfrenta con dificultades enormes que han de tenerse en cuenta. Los pobres en América Latina y el Caribe son el 40,6% de la población, el número de analfabetos se sitúa en torno a las 34 millones de personas, casi el 10% de la población, y el 40% de personas jóvenes y adultas no ha terminado sus estudios de Educación Primaria.
Según datos del Banco Mundial de 2004, los usuarios de Internet en Estados Unidos alcanzaban el 64% de la población, en Europa el 44% y en América Latina y el Caribe el 11,5 %. Pero además existen profundas diferencias entre los países iberoamericanos: en Chile, por ejemplo, el 14% de la población tiene acceso a Internet por banda ancha mientras que no llega al 1% en países como Bolivia, Nicaragua o Paraguay. Estas diferencias están presentes también dentro de cada país: en Brasil y Uruguay, la mitad del quintil de la población con mayores ingresos dispone de conectividad, mientras que ese porcentaje no llega al 3% sumando los dos quintiles inferiores de ingresos.
Por todo ello, la incorporación de las TIC en la educación iberoamericana debe hacerse desde una perspectiva global de lo que significan los cambios educativos. Es imprescindible mejorar el nivel educativo de la población y lograr, en consecuencia, que todas las personas sean alfabetas (lo que supone también dejar atrás el analfabetismo digital y el analfabetismo cívico y haber alcanzado las capacidades que constituyen los objetivos de la educación básica), conseguir que todos los alumnos estén escolarizados durante 12 años, y lograr una oferta educativa de similar calidad para todos ellos, lo que exige tiempo suficiente de enseñanza, maestros preparados y valorados, materiales disponibles y una gestión eficaz del sistema educativo y de las escuelas.
De forma paralela es necesario impulsar la incorporación de las TIC en las escuelas. Para ello, es preciso incrementar de forma progresiva la dotación de ordenadores con conectividad a la red por banda ancha, asegurar la sostenibilidad de la iniciativa y su apoyo técnico, adaptar los contenidos digitales a la situación de cada país, pasar del modelo de un aula de ordenadores al de ordenadores en todas las aulas, integrar las TIC en las distintas materias y áreas del currículo y formar al profesorado.
En este contexto, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) está desarrollando un conjunto de estrategias para aprovechar el conocimiento acumulado en la región iberoamericana y cooperar con las políticas públicas de los países. Una de estas iniciativas es la constitución de grupos de especialistas iberoamericanos para que colaboren en los proyectos considerados estratégicos. Junto con los grupos referidos a los programas de alfabetización, de reformas y calidad de la enseñanza, de valores y ciudadanía y de formación profesional, por citar alguno de ellos, se ha formado también el grupo de expertos en TIC. Su tarea ha de llevarse a cabo en estrecho contacto con la realidad social y educativa iberoamericana pero han de contribuir de forma específica a que las TIC sean capaces de desarrollar todo su potencial en las escuelas y en la vida de los jóvenes. El apoyo de la Fundación Santillana a la primera reunión del grupo de expertos iberoamericanos en Madrid y la dedicación de la habitual Semana Monográfica anual a este tema va a suponer un importante impulso para la consecución de estos objetivos y ha de servir al mismo tiempo para subrayar la importancia del trabajo colectivo iberoamericano ante los desafíos presentes y futuros.
Álvaro Marchesi es secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).
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