JOSEP MARIA ESPINÀS
Un padre ha agredido a un profesor de instituto, a quien quería discutirle las notas que había puesto a su hijo. El padre, que ha sido condenado, alegaba que perdió los nervios cuando el profesor le dijo que el chico era un mentiroso. No sé los detalles, pero el incidente fue grabado por un cámara de seguridad y el juez ha impuesto al padre una considerable multa.
Lo que quiero decir es probablemente criticable: no estoy seguro de que la relación entre padres y maestros sea, por principio, tan deseable como se acostumbra a defender en el ámbito educativo. Evidentemente, esta relación puede ser beneficiosa para los padres, los maestros y los alumnos, pero siempre que la relación sea más o menos aceptable para todos. Suficientemente cómoda. Con respeto compartido. Y no demasiado frecuente.
No quisiera que alguien creyera que pienso que estas reuniones son un disparate. No soy tan radical, y estoy seguro de que las hay que son muy útiles. Sólo tengo una cierta reserva ante el exceso de fe en la colaboración. Porque la familia y la escuela son dos ámbitos que comparten algunos objetivos --la educación de niños y adolescentes--, pero con métodos distintos. Un profesor, por ejemplo, puede poner una mala nota convencido de que es justa, y el alumno puede estar seguro de que es injusta. No tengo nada que decir si el padre se obstina en hacer ver al maestro que se ha equivocado. La justicia es un valor que hay que defender. Pero quizá le corresponde al padre --y no al maestro-- dar a su hijo esta instrucción educativa: la injusticia es una adversidad con la que deberás enfrentarte en la vida. Y tú también serás injusto, quizá, algún día.
Yo creo que escuela y familia son estructuras de formación muy diferentes, y que los contactos entre ellas deben ser muy prudentes y poco invasivos. Las madres que se proclaman "amigas" de sus hijas rebajan su identidad de madres. También sería negativo para la madurez del hijo-alumno que la familia fuera demasiado escolar y la escuela, demasiado familiar.
Noticia publicada en la página 6 de la edición de 15/4/2006 de El Periódico - edición impresa.
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